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viernes, 2 de diciembre de 2011

Dime

Los franceses tienen un dicho: “Dis moi qui est ton ami, je te dirai qui tu es” que se puede traducir como “Dime quiénes son tus amigos y te diré quién eres”. (En español el dicho es: "díme con quien andas y te diré quién eres" -Nota del traductor)

Hubo un cultivador en el Himalaya que llegó a la ciudad durante la temporada de lluvias en busca de sal y vinagre. Debido a su asombroso comportamiento, los residentes de la ciudad quedaron muy impresionados y le hicieron muchas ofrendas. Incluso le construyeron una morada y le pidieron que fuera su maestro. Él estuvo de acuerdo y se quedó.

Luego llegó otro cultivador que predicó la permanencia. La gente se encariñó con él y le pidieron que fuese su maestro.

Luego apareció un cultivador que predicaba el nihilismo. No es de extrañar que los habitantes de la ciudad se agradaran de él y lo aceptaran como maestro.

Con el tiempo, llegaron muchos más cultivadores. La gente veneraba a los recién llegados, abandonaba a su maestro de ese momento y los tomaban como sus maestros “quizás más a la moda”.

Al presenciar todo esto, el cultivador original se desilusionó bastante, abandonó la ciudad y regresó a las montañas. Visitó a su maestro y le expresó su profunda decepción por la gente. Su maestro dijo: “El sabio nunca estaría en compañía de aquellos que no pueden distinguir el bien del mal. ¿Qué estabas pensando?"