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sábado, 1 de febrero de 2020

El cuadro completo

​Zhuang Zi 莊子fue un renombrado discípulo de Lao Zi pertenenciente al Taoísmo Clásico. Su esposa falleció. Su amigo cercano, el erudito y estadista Hui Zi 惠子, fue a visitarlo y lo encontró cantando mientras marcaba el ritmo en un recipiente con agua.
 
Hui Zi dijo: “Te casaste con ella y tienes hijos con ella. Ahora que ella falleció, no necesitas llorar por ella. Eso es comprensible. Pero ¿estás cantando?
Zhuang Zi respondió: “Me malinterpretas. Cuando mi esposa falleció, inicialmente me sentí afligido. Sin embargo, piénsalo, básicamente nada existe. Al principio no existía la forma ni tampoco la energía vital. La vida humana está formada a partir de diversas sustancias que se transforman en energía (de vida) que luego se transforma en una forma humana. La vida se transforma entonces en muerte al igual que las cuatro estaciones cambian constantemente en ciclos. Por lo tanto, la muerte es similar al viajero que regresa a casa. Llorar y afligirse es simplemente ignorar los ciclos de la vida. Por eso decidí cantar”.
 
 
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La sabiduría taoísta, en comparación con la budista, básicamente, no es capaz de ver el cuadro completo. Entiende el vacío y el venir y regresar al polvo. Sin embargo, todavía no comprende la reencarnación.
 
Su esposa continúa recorriendo la Rueda de la Reencarnación sin ningún control. En el budismo, habríamos tratado de crear bendiciones en su nombre para que pueda obtener un cuerpo mejor y ascender hacia la liberación y la dicha. Mejor aún, el budista más bendecido puede incluso llegar a nacer en la Tierra Pura Occidental de Dicha, donde nunca más tendrá que padecer sufrimiento, sino que sólo conocerá la dicha.