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domingo, 1 de diciembre de 2019

El loco perdido

Había un loco. Se revolcaba en el barro, pisaba espinas y púas. Siempre estaba satisfecho consigo mismo y siempre discutía para demostrar que tenía razón.
 
Más tarde se reunió con un médico competente que fue capaz de curarlo. Como resultado, gradualmente mejoró y se puso completamente bien.
Sus amigos y parientes le contaban de su estado anterior. Se estremecía y sentía que era muy bendecido por haber encontrado un buen médico que lo curara y le salvara de una vida de miseria. Incluso deseó haberse reunido antes con el buen doctor.
 
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Este mundo tiene tantos locos que no se pueden curar. Y hay muchos otros locos que pueden curarse pero rechazarían el tratamiento. Incluso insultarían al buen médico como un charlatán que intentara engañarlos.
 
El loco perdido simboliza a una persona cegada por su codicia, ira y estupidez: está totalmente patas arriba y sin embargo cree que tiene razón. Insiste en salirse con la suya, rechaza el tratamiento e insultaría a los buenos médicos que pudieran poner fin a su sufrimiento.