Un funcionario observaba la práctica confuciana de hacer ofrendas a los antepasados. Sin embargo, al hacer las ofrendas, se olvidó de incluir a su propio hijo en la ceremonia.
Cuando Confucio se enteró, comentó: “Este hombre perderá su cargo oficial dentro de dos años”.
De hecho, el funcionario perdió su trabajo un año después. Los discípulos de Confucio le preguntaron a su maestro cómo podía verlo venir.
Confucio explicó: “Hacer ofrendas a los antepasados es expresarles gratitud. Sin embargo, descuidó a su propio hijo durante esta ceremonia. Eso indica claramente que muchas cosas importantes pueden olvidarse. Por lo tanto, no puede evitar perder con el tiempo su posición oficial”.
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Un hombre inteligente debe asegurarse de cuidar su base o de lo contrario se volverá poco confiable.
jueves, 31 de enero de 2019
Olvidar al propio hijo
martes, 1 de enero de 2019
Enseñar a los niños acerca de la rectitud
Parte de la composición de una vida buena y significativa es la rectitud. La rectitud se define como el estado de ser moralmente correcto o justificable. También se conoce como virtud.
¿Qué tienen que decir los antiguos acerca de una vida recta?
Dicen: “Si todos los días podemos escuchar algo justo, ver que se hace algo justo y hacer algo justo, entonces ese día no habría sido en vano”.
¿Cómo podemos enseñar a nuestros hijos acerca de la rectitud? Confiar en nuestros educadores cuyas promociones no se basan en la enseñanza de la rectitud sería inadecuado.
En cambio, cada día, ayúdelos a escuchar, ver y hacer algo recto, siendo ese ejemplo. Así es como podemos ayudar a asegurar que nuestros hijos tengan un buen futuro.
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Tal como lo hizo Buda hace tres mil años, la mejor manera de enseñar es siendo un buen modelo a seguir. Una de las responsabilidades más importantes de los buenos padres es enseñar con el ejemplo.