Buscar este blog

domingo, 2 de septiembre de 2012

Caridad budista

 La caridad budista tiene cuatro aspectos:

     Dar
     Generosidad
     Ecuanimidad
     Moralidad

Primero, hay tres tipos de donaciones:

     Dar riqueza: dar cosas materiales como dinero o cosas, incluido el propio cuerpo. Este tipo de donación satisface las necesidades de otros para sostener su vida física.
     Dar el Dharma: explicar los principios a los demás y ayudarles a comprenderlos. Esto alimenta su vida de sabiduría.
     Dar valentía: hacer lo que sea necesario para disipar los miedos y ansiedades de los demás. Esto sostiene la fe y restaura la dignidad.

Dar es fundamental para generar bendiciones que nos llevarán a renunciar a la tacañería y desarrollar la sabiduría.

La siguiente caridad budista es la generosidad: dar liberalmente o repetidamente. Consulte otra Charla sobre el Dharma sobre la generosidad. La generosidad nos permite desapegarnos más eficazmente.

La ecuanimidad es la ausencia de discriminación. No discriminamos entre amigos y enemigos, cercanos y lejanos, buenos y malos, blancos y negros, etc. Debemos practicar la caridad con una mente no calculadora. Esto minimiza los celos por parte de los receptores y disminuye la tendencia excesiva del ego a exigir tener el control.

El último es la Moralidad: No hacer el mal y hacer sólo el bien. Esta es la base de todas las actividades caritativas. Después de todo, la caridad es constructiva y no destructiva, desinteresada y no egocéntrica.

En última instancia, deberíamos practicar la caridad hasta que “las tres ruedas estén vacías”:

     El Dador: No hay nadie que esté dando. Ya no estamos apegados a dar.
     El Receptor: No hay nadie que esté recibiendo. Ya no estamos apegados a la persona que recibe nuestra caridad.
     El regalo: No se da nada. Podemos desprendernos de nuestras posesiones.

En ese momento, hemos perfeccionado la caridad budista. Eso es liberación. Esa es la verdadera felicidad.