Una vez, a un brahmán, versado en los Tres Vedas y mundialmente famoso como maestro, se le pidió que organizara una Fiesta de los Muertos. Hizo arreglos para que compraran una cabra y dijo a sus alumnos: "Lleven esta cabra para bañarla en el río. Luego aliméntenla con grano, acicálenla, cuelguen una guirnalda alrededor de su cuello y tráiganla de regreso".
"Muy bien", dijeron, hicieron lo que les ordenaron y dejaron al animal en la orilla.
La cabra repentinamente tomó conciencia de los hechos de sus vidas pasadas y se alegró mucho al pensar que ese mismo día sería liberada de toda su miseria. Entonces, se rió a carcajadas.
Luego, al pensar que el brahmán, al matarla, tendría que soportar la miseria, la cabra sintió una gran compasión por el brahmán y lloró fuertemente.
"Cabra", dijeron los jóvenes brahmanes, "¿por qué te reíste y lloraste a carcajadas?"
"Hazme tu pregunta delante de tu amo para que pueda responder por todos vosotros", dijo la cabra.
Entonces los estudiantes llevaron la cabra a su maestro y le contaron lo sucedido. El maestro preguntó a la cabra por qué reía y lloraba.
El animal le dijo al brahmán: "En el pasado, brahmán, como tú, yo era un brahmán versado en eltextos místicos de los Vedas. Para poder celebrar una Fiesta de Difuntos, maté un macho cabrío para mi ofrenda.
Debido a ese acto de asesinato, me cortaron la cabeza 499 veces. Este es mi nacimiento número 500 y último. Me reí a carcajadas porque me di cuenta de que ese mismo día finalmente seré libre de mi miseria. Entonces fue cuando recordé que yo estaba condenada a perder la cabeza 500 veces por matar una cabra, pero tú estarías condenado a perder la cabeza 500 veces. Por eso lloré con gran compasión por tu inminente retribución de gran sufrimiento".
"No tengas miedo, cabra", dijo el brahmán, "no te mataré".
La cabra respondió: "Me mates o no, hoy no puedo escapar de la muerte".
"¡No temas, cabra! Yo te protegeré".
"Brahmán, tu protección es débil mientras que la fuerza de la retribución por mis malas acciones es fuerte".
El brahmán liberó a la cabra y dijo a sus discípulos: "No permitamos que nadie mate esta cabra".
Así, siguieron de cerca al animal. Después de que la cabra fue liberada, pacía rumiando las hojas de un arbusto que crecía cerca de la cima de una roca. Y en ese mismo instante un rayo cayó sobre la roca, desprendiendo un trozo que golpeó a la cabra en el cuello extendido y le arrancó la cabeza.
Si la gente supiera que la pena por matar seres vivos, es nacer para vivir con dolor durante un gran número de vidas, se abstendrían de quitar vidas. La fuerza de la retribución no puede contrarrestarse fácilmente.
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lunes, 2 de julio de 2012
Una historia sobre karmas creados por matar
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